El otoño es el momento ideal para preparar nuestras plantas para el momento en el que llegue el frío: la parada invernal. La planta no crece, solo se prepara para la próxima primavera. Una de las plantas que debemos vigilar este mes es el rosal. Debido a que ahora es otoño, es el mejor momento para cuidar el rosal para mejorarlo durante el invierno.

La tarea no solo lo ayudará a superar el frío de los próximos meses, sino que también puede volverse más fuerte cuando regrese en un día soleado.

1. Plantar

Aunque lo parezca, este es un buen mes para plantar rosales. Aunque la intensidad del sol se ha debilitado, antes de este mes y antes del comienzo de las heladas, en climas templados, muchos rosales han visto más pestañas al final del verano en flor de lo habitual. Podemos usar octubre para plantar nuevos rosales en él.

Y, al igual que octubre es un buen mes para plantar, también es un buen mes para el trasplante. En muchos casos, el primer destino de los rosales son siempre las macetas.

Un gesto que te permite ver si la planta está creciendo con normalidad en los primeros meses, e incluso ajustar la ubicación que estás buscando para que crezca mejor. Sin embargo, para que arraigue con más fuerza y, por tanto, crezca en altura y envergadura, es mejor utilizar el otoño para trasplantarlo a una maceta más grande. Es importante esperar hasta que todas las flores del rosal estén en plena floración antes de poder trasplantarlas. Este es uno de los cuidados de rosas más simples.

2.Poda rosales

Otro cuidado de los rosales en esta época del año es la llamada poda de retoque. Gracias a ella, no solo podemos ayudar a las plantas a entrar en el tipo de hibernación que produce el frío, sino también evitar que el mal tiempo de esa temporada las dañe.

En primer lugar, es importante podar después de la primera helada de otoño. De esta forma, nos aseguraremos de que las plantas hayan detenido el crecimiento vegetativo. Si nos damos prisa, podemos encontrar que la poda favorece la creación de nuevas ramas, y con la llegada de las heladas y su pubertad, estas ramas pueden congelar y dañar toda la rama.

No espere a que la primera helada haga que la planta vuelva a crecer, cuando llegue el frío, se deteriorará.

La poda de octubre es una poda ligera (recuerde que las condiciones de poda son en marzo) Básicamente, poda 1/3 de la longitud de la rama, con especial énfasis en la rama central. Esto se debe a que estas ramas son las más afectadas por el viento y las heladas.

Otro consejo: para no dañar las plantas, es importante que utilicemos las herramientas de poda adecuadas.

Para rosas pequeñas u ordinarias, cortar con una tijera de mano es suficiente. Sin embargo, para rosas trepadoras o viejas (que se han convertido en arbustos), es importante que consideremos sierras o sierras. De esta forma, nos aseguraremos de que los recortes que realizamos estén limpios y nunca producirán desgarros.