Un césped sano y denso es determinante para un jardín precioso. Durante año, tu césped está expuesto a varias agresiones que lo ponen a prueba: chicos jugando, perros retozando, fiestas con amigos y, obviamente, el clima. Para que tu césped resista los avatares cotidianos, debes cuidarlo en funcionalidad de cada estación. Encuentra con nosotros mismos las labores más relevantes.
Cuidado del césped en primavera
En primavera, el césped está repleto de hojas muertas, inflorescencias y ramas que se tienen que borrar. Es mejor iniciar eliminando el musgo para que no se siga propagando. La escarificación posibilita borrar de forma sencilla el enfurtido radicular problemático. Se necesita resembrar el césped si no está lo suficientemente denso y si muestra calvas. Una siembra entre abril y finales de mayo da las superiores modalidades de triunfo. Es fundamental que el suelo tenga una temperatura de entre 5 y 10 ºC, al menos. Desde abril, el césped retoma la etapa de incremento y requiere una gigantesca proporción de viento, agua y nutrientes a modo de abono. Te recomendamos diferentes fertilizantes de acción residual variada. Debido a la tecnología ISODUR, usada en varios de nuestros propios abonos, los nutrientes se liberan al césped en funcionalidad del calor, el agua y las necesidades. Así, las raíces reciben la porción precisa de nitrógeno que tienen la posibilidad de aspirar. Las gramíneas no se fertilizan en exceso y ni una sal nutritiva excedente acaba en la capa freática. Además puedes utilizar un abono plenamente orgánico para lograr un césped resistente, denso y de color verde fuerte.
Cuidado del césped en verano
Es en verano una vez que el césped se usa al mayor. La radiación solar profunda y directa, la sequía y la utilización exhaustivo suponen una rígida prueba que deja sus marcas.
Por consiguiente, es definitivamente primordial regar y fertilizar regularmente. Para el césped típico dedicado al descanso y a la ornamentación, una longitud de 4 a 5 centímetros es ideal. Existe una regla que se obliga en lo cual respecta al riego: conforme con la frecuencia de las precipitaciones y la temperatura, debes regar abundantemente tu manto verde 2 o 3 veces por semana. El mejor instante es por la mañana o por la noche. Para que el agua penetre lo suficientemente profundo, se necesita regar el césped a razón de 10 litros por metro cuadrado, en especial a lo extenso de las etapas de sequía. ¡No se debe olvidarse de fertilizar las gramíneas para reforzar su capacidad resistencia a la sequía! Sin embargo, es recomendable desyerbar regularmente para eludir la propagación de las malas hierbas. Es simple remover las malas hierbas recluidas. No obstante, una vez que hay una infestación significativa, se hace primordial usar un abono para césped con herbicida.
Los fundamentos del riego
Cada una de las plantas requieren agua, ¿pero cómo saber el volumen primordial y las diferencias referente a las necesidades hídricas? Aquí, descubrirás todos los tips y trucos para regar correctamente.
Cuidado del césped en otoño
Si el césped ha sufrido males significativos gracias a una ola de calor y la sequía, es hora de regenerarlo y restaurarlo. El césped interrumpe su metabolismo desde instante en que la temperatura es inferior a 10 ºC. Para evadir las patologías, se hace primordial cortarlo al nivel óptima para pasar el invierno, en otros términos, 5 centímetros alrededor de. En otoño, un abastecimiento particular y específico de nutrientes es fundamental para reforzar la resistencia de las gramíneas y prepararlas lo mejor viable para la llegada del invierno. En la actualidad, el césped necesita menos nitrógeno que en verano, empero definitivamente requiere mucho potasio. Nuestro abono de otoño de extensa duración para césped además es ideal para los suelos ricos en fosfato y se puede ejercer hasta finales de octubre y inicios de noviembre. Sin embargo, se hace primordial remover las hojas húmedas y las ramas pequeñas sobre el césped para que este reciba el viento suficiente y evadir el desarrollo de podredumbres. Idealmente, este follaje se puede usar como cubresuelos en medio de las plantas vivaces y abajo de los setos.
Cuidado del césped en invierno
Las pruebas impuestas al césped son varias en invierno: capas herméticas de nieve, pisoteo del césped helado, episodios prolongados de gélido seco o de anegamiento. Estas condiciones favorecen el desarrollo de patologías como el moho de la nieve que hace calvas en el césped o provoca que este se decolore. Atención: desde los primeros días fríos, previene caminar sobre el césped constantemente que sea viable para evadir el peligro de fracturar los tallos frágiles.