Como a los humanos, el buen tiempo además anima a la más grande parte de los insectos y ácaros a conservar una más grande actividad sobre la planta y con ello se corre el peligro de que la población incremente de manera considerable y el término de plaga adquiera trascendencia, poniendo en peligro tanto el costo estético de las plantas ornamentales como mermando la producción en la situación de hortícolas y frutales.

Para controlar los insectos y ácaros en nuestro huerto urbano y jardín tenemos la posibilidad de recurrir a determinados procedimientos como son la utilización de la llamada fauna auxiliar que actúa como depredadores de ellos, la utilización de feromonas con trampas de captura, en algunas ocasiones la implementación de láminas engomadas además para su captura y el procedimiento más extendido: aplicación de insecticidas y acaricidas por medio de pulverizadores.

En este artículo nos vamos a centrar en la utilización de pulverizadores y más precisamente en ciertos puntos a considerar en el momento de su elección.

La funcionalidad de los pulverizadores

Lo primero es conceptualizar qué es un pulverizador. Es el nombre que popularmente se le da a una máquina agrícola que se utiliza para extender un compuesto sobre las plantas o cultivo así sea este natural como la situación del agua o químico como herbicidas, plaguicidas o nutricionales. Comúnmente lo hace expulsándolo mezclado con viento a modo de gotas bastante finas con una finalidad fitosanitaria.

  • Estos pulverizadores tienen la posibilidad de ser usados para:
    • El control de plagas una vez que hablamos de combatir insectos o ácaros.
    • El control de patologías una vez que se aplica para el control de hongos.
    • El control de las denominadas malas hierbas implementando herbicidas.
    • Aplicación de tratamientos fertilizantes foliares para beneficiar la nutrición vegetal o actuar sobre la corrección de una cierta carencia.

Tipos de pulverizadores

Lo primero que debemos saber es que en el mercado hay diversos tipos de pulverizadores y aunque varios de ellos tienen la posibilidad de cubrir las mismas necesidades, constantemente debemos ver nuestras propias necesidades particulares para más que nada, ajustar la inversión.

Por su modo de manejo tenemos la posibilidad de clasificar los pulverizadores en:

  • De arrastre
  • Autopropulsados
  • Hidraúlicos
  • De mano
  • De mochila

De todos ellos, salvo que tengamos un huerto urbano o jardín de enormes magnitudes, los llamados pulverizadores de mano y de mochila van a ser los más apropiados. Resultan muy funcionales, versátiles y económicos.

Otra forma de catalogarlos es en funcionalidad del tipo de producto expulsado:

  • Atomizadores
  • Nebulizadores
  • Vaporizador
  • Espolvoreadores
  • Centrífugos
  • De chorro proyectado
  • De chorro transportado

Con el mismo criterio anterior, los nebulizadores y atomizadores son los más frecuentes en esta situación.

Eficacia y eficiencia de los tratamientos fitosanitarios

La efectividad y eficiencia de dichos tratamientos es dependiente de varios componentes tales como el instante óptimo de la ejecución del procedimiento, las dosis y porciones recomendadas de cada producto y agua a lo largo de cada aplicación, la implementación de un regulador de presión con caudales constantes que faciliten tamaños de gota homogéneos o ejemplificando la idónea elección de pulverizadores manuales exactos, fiables y seguros.

Hay otros componentes que no permanecen justamente involucrados con los accesorios tales como la implementación de humectantes, además denominados mojantes, que permiten que el caldo preparado y pulverizado se adhiera de manera correcta sobre la masa foliar y ramas de la planta, más que nada si esta tiene la particularidad de ser cerosa.

Consejos referente a cómo escoger un óptimo pulverizador

El propósito de tener un óptimo pulverizador es para tener un instrumento eficaz que nos ayude a hacer esos tratamientos fitosanitarios orientados a la prevención o curación de nuestras propias plantas y cultivos.

Como ya hemos adelantado, los pulverizadores de mano o de mochila, dependiendo del tamaño de nuestro jardín o huerto urbano van a ser los más asignados y para la votación del mejor pulverizador es fundamental fijarse en dichos puntos:

  • Que tenga un depósito resistente a los impactos y productos.
  • Con un diseño ergonómico para el cliente.
  • De simple limpieza y mantenimiento sin herramientas.
  • Amplia boca de llenado y cierre hermético.
  • Un óptimo filtro para asegurar la retención de partículas y no obstruir la salida.
  • Válvula de estabilidad que nos posibilite en caso de máxima presión, despresurizar para eludir roturas de depósito.
  • Que tenga un regulador de presión constante incorporado.
  • Que tenga una vasta gama de boquillas para diferentes aplicaciones de acuerdo con el cultivo.

Además es primordial el mantenimiento de las fumigadoras y para eso además lo es el que pudieran lograr complementos complementarios para facilitar el trabajo al cliente según sus necesidades, como, lanzas para un mayor alcance, boquillas de repuesto, filtros,… Hay organizaciones productores que poseen dichos puntos bastante presente y mantienen una oferta constante de repuestos para todos sus modelos.