1.Preparación de la tierra
Para que la plantación sea un triunfo es mejor ser un poco previsor y con un mes de anterioridad hacer un hoyo de por lo menos 1 m de diámetro y 80 centímetros de hondura, para después volver a rellenar aprovechando para enriquecer la tierra con un abono de fondo como humus de lombriz.
2.Plantación de frutales a partir de maceta
La época correcta para la plantación es aquella en la que por el momento no habrán peligros de heladas que impidan la brotación y formación de novedosas raíces.
- Cavar un hoyo de un tamaño sutilmente preeminente al cepellón
- Incorporar el cepellón en el fondo del hoyo, tratando que la parte preeminente del cepellón quede a ras del suelo
- Rellenar el agujero sin apisonar la tierra
- Podar un tercio las ramas principales para equilibrar la copa, con las raices.
3.Poda invernal
Una de las labores de mantenimiento más determinante en la obtención de una buena cosecha y que menos trascendencia se le da es la poda, bastante elemental en los árboles ya establecidos cada 4 o 5 años, debido a que es una forma de rejuvenecer al árbol y promover la formación de nuevos brotes.
4.Fertilización
Los frutales son de los cultivos que más nutrientes consumen, por lo que también de hacer un abonado a lo largo de la primavera y etapa de formación del fruto con un abono específico para frutales, además se debería hacer un abonado anterior con exuberante materia orgánica con estiércol, compost o humus de lombriz, el cual se aplicaría al pie del árbol hasta la vertical de las ramas, a fines de invierno rápidamente anterior a que comience el desarrollo vegetativo.
5.Acolchado
Una práctica que nos va apoyar de forma considerable es la aplicación de un acolchado orgánico, una capa de por lo menos 5 centímetros de hondura, de paja, hierba segada o cortezas de pino, que al distribuir al pie del árbol limitará el aumento de las malas hierbas y además mantendrá un nivel de humedad benéfico para las raíces superficiales.
6.Tratamientos preventivos
Una vez que las yemas empiecen a hincharse, repetir otra vez la aplicación de parafina y oxicloruro de cobre.
7.Riego
Se debe adaptar el riego a cada especie, destacando cultivos como higueras, almendros, granados u olivos, que no necesitan mucha agua, empero más que nada se debe tener cuidado en la era de floración y última etapa de maduración del fruto, debido a que un exceso de agua puede ocasionar una caída de flores o un rajado de los frutos respectivamente.
8.Polinización
Hay casos curiosos como el kiwi, un árbol dioico en el cual las flores femeninas y masculinas se desarrollan en árboles diversos, por lo cual obligatoriamente sí que tendremos que tener un árbol “macho” y otro “hembra”